sábado, 21 de agosto de 2010

viernes, 20 de agosto de 2010

UNTITLED


UNTITLED

siempre, siempre, gracias a la chica que poso, para las fotos.

miércoles, 18 de agosto de 2010

EXTRAÑA METAMORFOSIS.




ME TAMORFOSIS.


gracias a la chica que poso para la foto
mmmm esta foto me encanta porque me parece tan extraña.....

lunes, 16 de agosto de 2010

UNA Y OTRA VEZ.

Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.


Gabriel García Márquez

miércoles, 11 de agosto de 2010

.....


gracias a la chica que poso pa la fotuca.
...

COSAS QUE ME GUSTAN.





FRAGMENTO DE UN CUENTO DE EDGAR ALAN POE


¡Oh, ilustre señora!, ¿cómo puede estar bien
esta ventana abierta a la noche?
El aire travieso, desde la cima de los árboles,
pasa riendo a través de la reja.
Aires incorpóreos, revoltoso brujo,
entran y salen de tu aposento revoloteando,
y mueve el dosel de las cortinas
tan caprichosamente -tan temerariamente-
por encima de la cercana y orlada cobertura
bajo la cual tu alma adormecida reposa escondida,
que, sobre el suelo y por las paredes abajo,
¡como fantasmas las sombras suben y bajan!
¡Oh, querida señora!, ¿no tienes miedo?
¿Por qué y qué estás tú soñando aquí?
¡Seguro que vienes de allende lejanos mares,
atraída por este jardín!
¡Extraña es tu palidez! ¡Extraño tu vestido!
¡Extraña, sobre todo, la longitud de tu trenza,
todo ese silencio solemne!

COSAS QUE ME GUSTAN.




me gusta observar  las texturas que hay en las paredes, me gustan este tipo de imagenes, me mueven algo, aunque no sabrìa decir exactamente que.

lunes, 9 de agosto de 2010

TENGO UN PÀJARO AZUL DENTRO DE MI CORAZÒN





foto con camara holga, gracias a la chica que poso para ella.
una manera mas de expresar, de sacar, para soltarte.

PÀJARO AZUL

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?

hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.

luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?


CHARLES BUKOWSKI

domingo, 8 de agosto de 2010

EL BREVE AMOR



una manera mas de expresar, sacar para soltarte.

foto con camara holga. gracias a los amigos que posaron para ella.

En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad.

EL BREVE AMOR

Con qué tersa dulzura
me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,
me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en le espacio, en vilo, hasta que el beso
se posa curvo y recurrente
para que a fuego lento empiece
la danza cadenciosa de la hoguera
tejiédose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo-
(¿Por qué, después,
lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre las cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos ?)

JULIO CORTÀZAR.

sábado, 7 de agosto de 2010

POESIA 3

ESTA FOTO LA TOME CON UNA CAMARA HOLGA. GRACIAS A LOS AMIGOS QUE POSARON PARA ELLA.
(la subo ahora como consecuencia de varios dias de emociones y sentimientos acumulados, una manera mas de expresar, de sacar, para poder soltar)

Llegas, silenciosa, secreta, armada,
tal los guerreros a una ciudad dormida
quemas mi lengua con tus labios, pulpo,
y despiertas los furores, los goces,
y esta angustia sin fin
que enciende lo que toca
y engendra en cada cosa
una aridez sombría.

El mundo cede y se desploma
como metal al fuego.
Entre mis ruinas me levanto
y quedo frente a ti,
solo, desnudo, despojado,
sobre la roca inmensa del silencio,
como un solitario combatiente
contra invisibles huestes.

Verdad abrasadora,
¿a qué me empujas?
No quiero tu verdad,
tu insensata pregunta.
¿A qué esta lucha estéril?

No es el hombre criatura capaz de contenerte,
avidez que sólo en la sed se sacia,
llama que todos los labios consume,
espíritu que no vive en ninguna forma,
mas hace arder
todas las formas
con un secreto fuego indestructible.

Pero insistes, lágrima escarnecida,
y alzas en mí tu imperio desolado.

Subes desde lo más hondo de mí,
desde el centro innombrable de mi ser,
ejército, marea.

Creces, tu sed me ahoga,
expulsando, tiránica,
aquello que no cede
a tu espada frenética.
Ya sólo tú me habitas,
tú, sin nombre, furiosa substancia,
avidez subterránea, delirante.

Golpean mi pecho tus fantasmas,
despiertas a mi tacto,
hielas mi frente
y haces proféticos mis ojos.

Percibo el mundo y te toco,
substancia intocable,
unidad de mi alma y de mi cuerpo,
y contemplo el combate que combato
y mis bodas de tierra.

Nublan mis ojos imágenes opuestas,
y a las mismas imágenes
otras, más profundas, las niegan,
tal un ardiente balbuceo,
aguas que anega un agua más oculta y densa.

La oscura ola
que nos arranca de la primer ceguera,
nace del mismo mar oscuro
en que nace, sombría,
la ola que nos lleva a la tierra:
sus aguas se confunden
y en su tiniebla
quietud y movimiento son lo mismo.

Insiste, vencedora,
porque tan sólo existo porque existes,
y mi boca y mi lengua se formaron
para decir tan sólo tu existencia
y tus secretas sílabas, palabra
impalpable y despótica,
substancia de mi alma.

Eres tan sólo un sueño,
pero en ti sueña el mundo
y su mudez habla con tus palabras.
Rozo al tocar tu pecho,
la eléctrica frontera de la vida,
la tiniebla de sangre
donde pacta la boca cruel y enamorada,
ávida aún de destruir lo que ama
y revivir lo que destruye,
con el mundo, impasible
y siempre idéntico a sí mismo,
porque no se detiene en ninguna forma,
ni se demora sobre lo que engendra.

Llévame, solitaria,
llévame entre los sueños,
llévame, madre mía,
despiértame del todo,
hazme soñar tu sueño,
unta mis ojos con tu aceite,
para que al conocerte, me conozca.

OCTAVIO PAZ

lunes, 2 de agosto de 2010

DE MAURICIO CARRERA



Lee poesía amorosa.
Empápate de la flecha de Cupido cuando se hace verso. Imagina que siembras un durazno con el nombre amado. Habla de la boca que no tiene inconveniente en susurrar el misterioso viento del deseo. Recuerda en el perfil de la montaña a tu pareja suavemente recostada.
Di, como André Breton: tus nalgas de espalda de cisne.
Llénate de juventud, de piel, de refugio, de habitaciones a oscuras, de preguntar a los árboles y a las estrellas. Entérate de la distracción súbita de lo cotidiano, debido a esos ojos para entender el universo, esos brazos como una selva pródiga, ese misterio del mar en la entrepierna, esa llave mágica que es como un gancho al corazón de lo verdaderamente bello y bueno.
Descubre la metáfora lateral de la noche y de la música que la piel enchina. Entiende de la rosa más allá del jardín. Goza el amor y sufre el desamor con la exactitud del poeta cuando ha besado más de lo que ha escrito o leído.
Llora: “a mí me ha tocado no estar contigo”, como escribe Bonifaz Nuño. O alégrate. Entiende que, como dice Antonio Machado, “un corazón solitario no es un corazón”.
Después, escribe una carta de amor. Muchas. Varias.
Anaïs Nin dice que nada existe a no ser que se escriba.
No sólo digas: te amo. Adórnalo con la vehemencia de la luz del faro que detiene el naufragio cotidiano, con el sonido de un durazno cuando se muerde, con muchas rosas bellas y con el poder de los amaneceres.
Que tus besos no aren el viento. Que no se desvanezcan. Escríbelos con palabras tuyas y momentos de poeta. Que tus caricias no se las lleve el río del tiempo. Conserva en palabras lo que amaste, el anhelado aroma de su cuello, la ternura que diste o te prodigaron, el placer del universo entero convertido en pareja.
Afírmate en una carta de amor. Di: existo, amo y soy amado o desamado. Ábrete a la intimidad. Deja atrás el pudor y atrévete. Piensa en su cabello, en sus labios o en sus pies. Di amor de diversas maneras, con lágrimas o con un reclamo suave, con la alegría del primer beso, con el roce de eternidad de dos cuerpos que se juntan.
Inspírate en la luna, en la nostalgia de la lluvia. Grita tu alma en palabras que toquen, que acaricien. Una carta de amor –papel, tinta, perfume- es una extensión de la manos que roza la mejilla, de los besos en los rincones saboreables, de los ojos que no escuchan más que el aroma de la media naranja, la vida convertida en su nombre y en la palabra deseo o delicia.
Es la mano que te toca porque te escribe. Es la voz que edifica un paraíso.
Escribe.
El amor, dice Alejandro Rossi, es un espejismo que exige realidad. Pues bien, mete ese amor en un sobre. Ponle un timbre. Mándalo por correo al lugar del corazón y toca la piel y la ternura de quien tú ames.